Texto de soporte - Fundamentos, tendencias y estándares


2. Estándares - Contexto internacional

2.2. 6 declaraciones de Catastro 2014

Como se menciona en el resumen de este contenido, Catastro 2014 presentó 6 declaraciones en función de tendencias marcadas por las mejores prácticas a nivel mundial en materia de tecnología y modelos de negocio en el marco de la Administración del Territorio.

1. Situación completa del territorio incluido derecho público y restricciones

Este planteamiento llevó a que el Catastro convencional dejara de solamente ver una parte específica de la realidad, bajo una lógica sesgada como solo registrar la formalidad o estar priorizada sobre lo fiscal.  Esto implica que el catastro centre su rol sobre "los hechos", con la fotografía de como son las cosas en el territorio, buscando mantener actualizada información de formalidad e informalidad.  Adicionalmente, el concepto de completitud, de modo que objetos espaciales que están entre los linderos de los predios, tal como calles, cauces de ríos, playas, etc. puedan modelizarse en la misma lógica que un inmueble sobre una realidad continua, evitando que a futuro los predios sigan solicitando remediciones que entran en áreas de uso público.

Otro alcance de esta declaración es la vinculación de los datos no prediales, que afectan el dominio, uso, ocupación o disposición de los predios.  Implica que una infraestructura de datos espaciales que brinda servicios con datos como áreas protegidas, zonas de riesgo, planes de ordenamiento territorial, etc., incluyan reglas para que las relaciones espaciales con los predios, se reflejen como afectaciones que son visibles en la publicidad formal o material al momento que un funcionario debe hacer una calificación o conceder una licencia.  En la norma ISO-19152 esta declaración simplifica las relaciones de las partes interesadas sobre la realidad del territorio en las dos segundas relaciones del acrónimo RRR (Rights, Restrictions, Responsabilidades) y a estos datos "no prediales" se les llama objetos territoriales legales.

Justo en esta misma línea, las otras 6 declaraciones fueron planteadas en aquel documento de Catastro 2014 promovido por la FIG en 1998.  El ejemplo de plantilla mostrado a la derecha tiene esa lógica de un expediente tipo folio administrativo del Catastro, con gestión de datos maestros sobre las realidades que podrían diferir entre las instituciones que han llevado históricamente esa el dato con ópticas diferentes, garantizando interoperabilidad e independencia legal con una lógica de master data management para fortalecer el principio de legitimación:

  • Un número único nacional,
  • Sus características físicas provenientes de Catastro, sus características jurídicas provenientes de la formalidad/informalidad y alertas de irregularidad, sus características normativas y las partes interesadas.
  • Las alertas de trámites presentados (radicados) en diferentes procesos misionales pero que no han recibido resolución o desistimiento.
  • Las alertas de consistencia, por diferencias entre las realidades físicas y jurídicas.

Más abajo se muestra el resultado de la esencia LADM, como:

  • El extracto de trámites radicados en actores integrados al proceso transaccional y que interesan por razones de prelación de trámites relacionados o por simple transparencia ante el ciudadano que está interesado en adquirir un bien.
  • Los resultado de las relaciones de derecho (reconocido de manera formal-inscrito y también lo no formalizado), con la posibilidad de ver el tracto de tradiciones anteriores, que figuran como estados inactivos pero visibles.
  • Los resultados de las afectaciones espaciales de tipo restricción / responsabilidad.

Si ese dato proviene de los sistemas misionales de Catastro, Registro, Regularización o Registro de Régimen Especial, cada quien se puede dedicar a optimizar su razón misional y el ciudadano o usuario de un trámite puede confiar que éste dato es la última verdad.  Desde la pestaña de Realidad jurídica podría tenerse un despliegue similar de la lógica de folio real con variantes como gravámenes, hipotecas o vinculaciones a otros registros como Mercantil, Intelectual, Garantía Mobiliaria y de igual manera si se consultara sobre la realidad administrativa se verían los objetos territoriales legales que también tienen partes interesadas en la afectación/restricción que causa al inmueble de interés.  A nivel de instituciones gubernamentales este dato completo debería ser visible sin restricciones, si se aprueban políticas enfocadas en la eficiencia transaccional y ruptura de cacicazgos entre las instituciones públicas y, los actores inmediatos al ciudadano como el notario, municipio, curador urbano o agrimensor.  Definir qué de esto puede estar en el acceso abierto al ciudadano es apenas un tema de políticas de transparencia y rentabilidad, pues podría ser gratuito lo que está en la parte superior (Datos maestros), con el resto en versión borrosa y un carro de compra que facilite generar un certificado inmediato con los datos completos.

2. Nula separación entre mapas y registros

Esta declaración es más que obvia, aunque para 1994 era un sueño, considerando que los mejores intentos conocidos veían un CAD pegado con un hiper-enlace a un record de la base espacial, y entre los peores el shapefile en donde no se podían crear campos maestros para relaciones muchos a muchos, como los predios con múltiples propietarios o los propietarios con múltiples predios; en consecuencia el nombre de un propietario se debía repetir en tantos records como veces figurara en el territorio... sin entrar en detalles de las limitaciones implícitas con los apenas 16 bits.

Indudablemente esta declaración marcó pautas interesantes sobre la temática geoespacial aplicada a la administración de tierras.  Aunque vale recordar que la idea inicial era referirse a "nula separación entre los datos de Catastro y los datos de Registro de la Propiedad" y no solamente "mapa - ficha catastral".

Esto también le da peso a la interoperabilidad y estandarización de datos geográficos provenientes de otras legislaciones que como "objetos territoriales legales" afectan el uso, dominio u ocupación de los predios; llegando la lógica clásica de bases de datos que exponen servicios a infraestructuras de datos espaciales con políticas y reglas de interoperabilidad entre modelos.  Quizá un tema ganancioso en esto fue la madurez de estándares OGC presionado por el software libre y aceptado a regañadientes por el software propietario.

3. La modelización sustituirá los mapas catastrales

El mejor ejercicio de ésto se materializó en el estándar ISO-19152, en busca de considerar la simpleza de las relaciones (RRR) entre las clases que constituyen la realidad física (Personas, topografía), la realidad modelada (Unidad administrativa, unidad espacial) y fuentes de registro de la información (Source).

Suena fácil decirlo, y el gráfico de la derecha pareciera ser simple.  Aunque llevar eso a una ISO para su implementación lo volvió más complejo que lo que se esperaba en la necesidad inicial.  El primer esfuerzo llamado Core Cadastre Domain Model (CCDM), que luego se llamó LADM terminó convirtiéndose en una ISO en 2012.

Justo eso es lo que busca la ISO-19152, estandarizar la semántica del "dominio".  Aunque adolece de un documento práctico que que fundamente su filosofía y oriente su implementación; en vista que modelos UML no son fáciles de vender ante tomadores de decisiones que esperan resultados finales de cara al ciudadano.

Aquí conviene aclarar esa correlación y diferencia entre LADM e ISO-19152.

El LADM nace de una visión a nivel mundial, sobre prácticas y tendencias 20 años a futuro en la Administración de Tierras.  El LADM es en cierta forma una filosofía.

La Norma ISO 19152 resulta de una socialización a nivel mundial, para estandarizar la semántica de la Administración de Tierras.  La ISO es una norma para aplicar la filosofía LADM.

4. El catastro en formatos físicos será cosa del pasado

Consecuencia de esa modelización y el re-pensamiento de los formatos físicos, surgen planteamientos que impactan en aspectos como la nomenclatura catastral.  En tiempos antiguos, las claves catastrales eran secuencias de hasta 30 dígitos, donde se mezclaba identificadores geográficos y características administrativas; si bien era romántico para los usuarios dentro de la institución, para el usuario final eran engorrosos y poco útiles si la mayoría de esos dígitos eran un cero.  Como ejemplo, en esas nomenclaturas iban incluido si el predio era rural; si este pasaba a considerarse urbano su identidad prácticamente cambiaba pues el número compuesto no era el mismo.  Mucha de esa lógica venía del manejo de formatos físicos, pues recordemos que inicialmente el concepto urbano-rural se asociaba a tamaños de impresión de los mapas finales, que para núcleos poblados era necesario escalas 1:1,000 mientras que para zonas rurales escalas 1:5,000 o bien 1:10,000.

Pensar en formatos digitales lleva a romper con esos esquemas, pensando en lo que agrega valor de cara al ciudadano que necesita un número fácil y la modelización en donde un predio debe seguir manteniendo su identidad pese que cambie de municipio por modificación del límite intermunicipal, pese que cambie su situación formal -informal, pese que cambie su caracterización urbano-rural.  No que estos campos dejen de ser necesarios, pero si están en tablas de atributos, podrán cambiarse en cualquier momento sin que el objeto cambie su identidad; a menos, por supuesto que el cambio implique modificación de su geometría.

También con esto surgen métodos de identificación más eficientes, como los utilizados en sistemas como pasaportes, trámites, placas de vehículos (para poner un ejemplo).  Un número de 30 dígitos sería romántico; podríamos tener allí el color del auto, el número de puertas que tiene, la cantidad de ruedas, la marca y posiblemente hasta el número de veces que su dueño ha tenido sexo en el asiento de atrás; pero la placa es pequeña y se ocupan pocos dígitos; el policía de tránsito es de mala memoria y ocupa recordar el número fácilmente aunque el carro vaya a velocidad; y luego debe ser inmutable en el tiempo mientras sea el mismo vehículo.  De allí surgen métodos pueden convertir un número basado en los 10 dígitos numéricos (base 10) a un código de combinaciones de esos diez números y las 26 letras del alfabeto (base 36);

Un ejemplo de una conversión de base 10 a base 36 es:  0311000226 significaría 555TB6.  Significa que con apenas 6 dígitos podría soportar hasta diez mil millones de predios únicos, manteniendo el mismo tamaño (6 dígitos).  Como la automatización es posible hacer esta conversión y relación contra números anteriores; para el ciudadano el código es una cadena corta, internamente con el código se pueden enmascarar características o simplemente un número consecutivo a nivel nacional.  Para probar como funciona esto, sugiero este enlace de google.

5. Trabajo conjunto entre empresa privada y pública

Esta tendencia ha tenido un gran impacto en los modelos de asociación público-privada, buscando transferir al sector privado aquellos aspectos que no son un negocio sostenible para la institución pública.  En otros años, el Catastro hacía el levantamiento completo en campo, con brigadas de personas contratadas por la institución; hoy es muy fácil tercerizar esa operación.  De igual forma, la digitalización y extracto de datos de registros físicos, permitiendo que el sector privado realice esos trabajos que son "temporales" o al menos si se ejecutan bien solo se hacen una vez, evitando inversión en equipos que se vuelven obsoletos con el tiempo.

No obstante, es un reto sobre el que hay mucho que sistematizar en función de gradualidad y riesgos.  Transferir un front-office a la banca parece muy fácil y casi obligado, pero entregar el resguardo de información requiere otro tipo de garantías no solo en la seguridad sino en la responsabilidad legal y administrativa.

6. La inversión en Catastro será recuperable

El artículo no da para más, y esperamos tocarlo en una próxima edición.  Pero básicamente este principio se fundamenta en que la captura de la información, migración de físico a digital o construcción de un gran sistema se realiza una vez.  Y se hace bien.  La operación posterior de actualización y su evolución no debería requerir préstamos por parte de organismos internacionales, sino debe estar en una matriz de re-inversión de los recursos que genera a partir de la innovación en nuevos productos y servicios.